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Una cancillería entre caídas y descaches

Con la frase “Es con Hechos”, el Gobierno saliente del presidente Iván Duque y la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez presentó durante varias semanas sus logros en todos los campos durante los últimos cuatro años.

Sin embargo, la ciudadanía recordó más los pasos en falso de la administración Duque – Ramírez que los ‘logros’ y méritos impulsados en su mandato. Por el lado de la vicepresidente y canciller saliente, las caídas fueron constante durante su gestión.

Y no solamente las que sufrió en un evento presidencial cuando pretendía tomar unos documentos que había en una mesa en medio del estallido social del 2021, o en la Base Militar de Catam cuando se dirigía a una reunión con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, o en Cartagena, cuando fue el bautizo del ARC Bahía Solano, y el piso húmedo de la embarcación le hizo una mala pasada.

Más bien, se refiere a la ‘caída’ pero de su imagen y percepción ciudadana, esa misma que ha enfatizado en que la hecho desgastar de la política y prefiere tomar un descanso a partir del domingo.

Inicialmente, el primer hecho es su relación con el reconocido narcotraficante Guillermo León Acevedo Giraldo alias Memo Fantasma, quien recién quedó en libertad por vencimiento de términos. Aunque siempre ha declarado que su relación es casi inexistente, y menciona que Memo Fantasma era socio de Álvaro Rincón, esposo de la canciller saliente, en el megaproyecto urbano conocido como Torre 85, varias versiones periodísticas apuntan a que Ramírez falta a la verdad en mencionar que Acevedo tuvo tres investigaciones, de las cuales, dos fueron inexistentes, y una con el nombre del narcotraficante de manera errónea.

En segundo lugar, se encuentra el caso de su hermano Bernardo Ramírez Blanco, quien fue condenado a 57 meses de prisión en la década de los noventa por el ingreso de estupefacientes a Estados Unidos, según lo reveló el portal La Nueva Prensa.

De acuerdo con el informe periodístico, el familiar de Ramírez fue capturado y judicializado en julio 1997 cuando este aceptó haber conspirado para introducir heroína al país norteamericano desde la isla de Aruba; de hecho, la agencia estadounidense DEA dio con las acciones ilegales de Bernardo Ramírez mediante correos humanos. Con el afán de interceder en favor de su hermano, la canciller saliente intervino junto a su esposo para pagar una fianza de 150 mil dólares que lo dejara libre.

Ante la revelación, la ministra de relaciones exteriores se defendió con la frase “tragedia familiar”, señalando que este error “le ha costado años de sufrimiento para ambas partes” y manifestando que esto solo es “un ataque sistemático” para desacreditar su labor estatal. No obstante, la ciudadanía criticó lo oculto que estaba el caso y hasta pidió que desistiera de su cargo como vicepresidenta de la nación.

Por último, la polémica que más resaltó el nombre de la vicepresidenta saliente fue la construcción de un complejo hotelero en la Isla de San Andrés, con más irregularidades que con parte de Legalidad (una de las palabras favoritas del Gobierno Duque).

De acuerdo a una investigación de Caracol Radio, el edificio excedía la norma del Plan de Ordenamiento Territorial del Archipiélago, ya que este lugar iba a tener once pisos, cinco por encima de la ley. Además, se conoció que la licencia expedida por el exsecretario de Planeación, Roberto Bush, era apelada al principio de legalidad, y queriendo reclamar una playa privada en un espacio que es netamente público y ni siquiera ha existido una concesión para tal fin.

Van mas de cuatro años en donde la Gobernación de San Andrés ordenó la restitución de la playa, pero avanza el tiempo y no avanza la recuperación de la playa. Ante ello, la vicepresidenta salió al paso y declaró que lo que necesita la isla es desarrollar proyectos o modelos de producción más allá del turismo, así como acabar la corrupción e involucrar a la ciudadanía en la inversión de recursos públicos. Si se aplicara esto, tendría que iniciar con la devolución de la playa a la comunidad sanandresana, pero pareciera que “esos asuntos no son de su interés”

Con estos casos, ahora se entiende perfectamente porque la vice saliente ha manifestado estar desgastada de la política.